Quizás sea durante dos minutos, pero el mundo se paraliza. Solo se oye el ruido del pilot en el papel y el roce de su mano sobre la moleskine. Hay gente que tiene un don, algo que es su vía de escape a muchas cosas y que le producen momentos de felicidad. La primera vez que le vi dibujar supe que aquello era algo especial, que esa seguridad, esa tranquilidad y a la vez ese nervio en el trazo no se encuentran fácilmente. Cuando dibuja cualquier cosa, en cualquier rincón, es capaz de recoger la esencia del lugar. Se cuelga y únicamente existe el lugar y esa libreta. El tiempo no existe. Cuando dibuja el mundo se para , y yo me paro con él...